[Vía CanalPDA]La apasionante historia de un abogado que consiguió recuperar su móvil con la ley por delante y la colaboración de las fuerzas de seguridad del estado.
Tomo una decisión: voy recuperar mi móvil (“hazlo o no lo hagas…pero no lo intentes”).
Había oído historias de gente que había recuperado su Mac por fotos colgadas en Flickr (y leo ahora de un programa que permitiría algo similar de manera mas fácil) o por un sistema de gestión remota, y me imaginaba que recuperar un terminal móvil por su IMEI era posible… pero lo mas importante no es eso, es tener paciencia infinita y la determinación de querer recuperarlo.
Hay una anécdota de un becario de aula informática que decía que se le acercó un usuario y le dijo: “¿Me puedes grabar internet en este disquete?” El becario le copió el icono del internet explorer y el usuario se fue feliz.
En 2006 Sun presentó el proyecto Blackbox, una de las ideas más interesantes que ví en bastante tiempo y que era, básicamente, un datacenter completo dentro de un contenedor de 20? concebido desde origen con la idea de despliegue rápido y bajo consumo de energía…. las aplicaciones que vi en el post de Juan Freire eran todas “conceptuales” pero ahora se acaba de convertir en la infraestructura del Wayback Machine con lo que se convirtió en Internet en una caja 😉
Enrique Dans, profesor de sistemas tecnológicos del Instituto Empresa y experto en lo relacionado con el correo electrónico, confirma la nueva tendencia al síndrome de Diógenes. “La capacidad de las cuentas de correo es cada vez mayor, y también tienden a ser más fáciles de gestionar, así que es lógico que seamos cada vez más como Diógenes”. Dans elaboró hace tiempo una clasificación sobre los usuarios del e-mail, que dividía en: “El auditor”, que lo guarda y clasifica todo; “el dotado de memoria selectiva”, a quien alguna vez le reventó el correo y ahora sólo guarda lo que considera importante; “el sentimental”, que conserva todo lo que considera emotivo; “el vivalavirgen”, que no guarda absolutamente nada; y “el diógenes”, que guarda todo, servible o inservible.
Yo soy del club del Inbox Zero. Todo lo que he procesado, se borra o se archiva (y borro bastante). Por ejemplo, mi cuenta de gmail dice que uso un 7% del espacio.
Los sitios web accesibles son más fácilmente navegables, según las investigadoras, porque se puede acceder a ellos a través de una diversidad de dispositivos y no sólo desde el tradicional navegador de sobremesa o portátil. La accesibilidad web, además, sigue principios de diseño separando estructura, presentación y contenido, lo que hace que estos sitios sean más consistentes y que sea fácil administrar su contenido, lo que reduce los costes de mantenimiento, porque se convierten en aplicaciones escalables con facilidad para los rediseños y las ampliaciones de contenidos, por ejemplo.
Otra ventaja que presentan las webs accesibles es que suelen ocupar una buena posición en los buscadores de Internet porque incorporan semántica en el código fuente de la página web que puede ser interpretada por las máquinas.
Un pequeño esfuerzo que compensa a la larga.