Entré en Twitter con reticencias, durante un tiempo me mantuve en silencio, luego tuve una época de negación (aún sigo pensando que no hay que hacer 1×1, y leer mas allá de los DMs y menciones), me saturé de microbloging (luego aprendí que no se puede leer todo, ahora me contento con leer los último 30 min.), incluso me atreví a vaticinar su muerte (error de apreciación, el servicio de Twitter es malo y le faltan funcionalidades… pero lo usa tanta gente que ya es imparable, además de que muchas funcionalidades se lo dan aplicaciones de terceros). Ahora soy un usuario activo de Twitter, y me ilusiona (y da vértigo) cuando alguien se apunta a seguirme (aunque no me gusta que me sigan empresas).
El otro día un amigo me preguntó: “¿Interesa meterse en twitter para promover mi página web?” Mi respuesta automática mi respuesta fue NO.
Twitter es una conversación. Interesa meterse en Twitter para conversar con otras personas de intereses similares a los tuyos, para escuchar lo que otros dicen, para aportar tu punto de vista. Mucha gente también enviamos la actualizaciones de nuestras webs a Twitter y cada vez que publicamos un nuevo artículo lo avisamos por Twitter, pero esta no es la función principal. Además, para que eso sirva de algo primero hay que crear una base de seguidores y para eso hay que conversar.
Mi consejo fue: si quieres probar a conversar en Twitter, hazlo, pero no para promover la página web, sino para promoverte a ti mismo. Y comparte artículos que te resulten interesantes de cualquier web, no de la tuya. Tu página web será otra de tus facetas que la gente podrá consultar cuando les resultes interesante tú y tus puntos de vista.
Me ha pasado que en mis últimos encuentros con tuiteros he descubierto que pocos se dedican al blog, aunque son prolíficos en el microblogging. Así mismo, el microblogging es una herramienta peligrosa para el blogger tradicional, ya que soltar microideas por ahí resulta en que al final no desarrolla ideas en su blog. El siguiente artículo es una vacuna para que el bichito de Twitter no sea sustituto de los artículos de calidad.
He visto caer excelentes bloggers cuyos sitios eran ejemplos a seguir. Lo he visto con tristeza, casi con dolor. ¿La causa? Comenzaron a Twittear, o a Facebookear. En lugar de generar contenido de forma regular, abundante o no, pero con calidad, se hicieron comentaristas de otros, que a su vez son comentaristas de otros… ad nauseam.
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