Tesoros en el código libre
yon
Tuesday
5 August 2008 9:37
[Via: Satán está en el código del software libre – 20minutos.es]
Cuando estás programando es bueno ir documentando el código y no meterse la panzada al final, porque si no puede llegar un momento de tedio en que en vez de documentar empiezas a poner frases que tu entiendes, quizás algún chascarillo, o incluso referencias a lo que estás pensando… que luego cuando compilas ese texto desaparece retirado por el compilador (ni siquiera sobrevivien nombres de variables como kk o cosa, que son bastante habituales en mis códigos de pruebas).
Según un estudio realizado con una herramienta que rastrea código fuente se han encontrado en múltiples aplicaciones referencias a Bush, Clinton… o Britney Spears.
Siempre recordaré en mitad de un código recursivo en decidí llamarlo de cangrejeo. Y tú amigo programador ¿que variable estúpida usas habitualmente? ¿soltaste alguna chorrada en tu código?
August 5th, 2008 15:37
Grandísimo aquel método 😀 ¡qué tiempos!
Mis variables favoritas son kk, cosa y feo xDDD
Si al final se va a notar quién nos enseñó y cómo nos pegábamos con las mismas mierdas 🙄
Saludos!
August 5th, 2008 16:17
boolean sexo = false;
August 8th, 2008 17:09
Interesante declaración Lek. Háztelo revisar y dile a tu parienta que haga un switch a esa variable 😉
August 8th, 2008 22:28
Hace ya muchos años, en una práctica del Laboratorio de Programación en la que había que convertir unos formatos a otros, hubo una pandilla de trastornaos (en la que yo estaba) que decidimos llamar a la variable de entrada “hereje”, y a la rutina/función “torquemada”.
Aaaay, teníais que ver lo convertidos que salían todos los “herejes” en cuanto pasaban por “torquemada”. No se libraba ni uno… Y lo mejor es que como tal lo explicamos en el desarrollo de la práctica, con toda seriedad, en plan “tenemos una rutina torquemada que toma la variable hereje de entrada y la convierte siguiendo el algoritmo de…, etc., etc.”
Creo que aún se parten de risa en donde hice la carrera cuando recuerdan aquella práctica…