Un comentario en mi anterior post acerca los usos que le daba al Nokia 6630 me hizo recordar el móvil más amado de los que he tenido, el Nokia 3210.
Que soy un fan de esta compañía finlandesa está claro, pero que saben tener la mezcla exacta entre funcionalidad, diseño e imagen se puede comprobar en cada modelo que sacan. Aunque bueno, hay algunos que podrían protagonizar una exposición sobre horrores electrónicos, pero la mayor parte son originales y con clase.
Además algunos modelos duran en los catálogos apenas unos pocos meses. De vez en cuando me doy un paseo por nokia.es sólo para babear un poco con las cosas nuevas.
Como el N80, con el que haría maravillas con su cámara de 3 Mpx y su tarjeta de memoria Mini SD (por fin tarjetas semi normales en los móviles), claro, si no costara 629€ libre, o el N91, que recuerda bastante al teléfono de Neo en Matrix. Para fliparse un poco y decir la mítica frase “Ya sé Kung Fu!“.
En fin, yo pinté la carcasa a mi móvil de colorines (como se ve en la foto), le instalé un motorcillo vibrador que no traía de serie y le llevé al hospital de los móviles a que le repararan la pantalla y le pusieron una nueva porque la anterior cascó. La antena en una de estas acabó también por romperse, pero el campeón seguía funcionando (la caída fue desde las escaleras de la facultad, algo así como piso y medio). A día de hoy es completamente operativo, pero lo reservo y guardo en mi casa con todo mi cariño. Creo que lo voy a poner en el salón como decoración, va a quedar muy mono.
Cuál ha sido tu móvil más querido?