Parece que no entiendo el microbloging, no es lo mío. A mi me gusta saber por donde anda la gente, pero al final hay personas hiperactivas que hacen (o dicen que hacen) muchas cosas y personas mas tranquilas que actualizan de vez en cuando y me pierdo a los segundos entre tanto ruido. Además, quizás yo soy mas de echar un ojo al blog de uno u otro, a sus pensamientos reposados, a aportar en sus comentarios y a enriquecer con lo que otros comentaron, a echar un ojo a lo que escribieron en el pasado…
Twitter no me convence, no por su simplicidad que es abrumadora, si no por como mis contactos lo usan (de hecho ya borré a algunos porque no aguantaba sus “buenos días”, “buenas noches”, “rascándome un huevo”… y demás actualizaciones cada 5 minutos. Si, edans fue el primero en ser borrado).
Una cosa que no entiendo es la gente que mezcla Microblogging con Status. Yo creo que no es ni debe ser lo mismo, a pesar de que Twitter pregunte “¿qué estas haciendo?” apetece mas un “¿en que estas pensando?”, y me gusta los que contestan a la segunda pregunta. Para el status está tu cuenta de Facebook o Tuenti, que lo ven tus amigos. Así, no entiendo a los que actualizan su status de FB con lo que publican en Twitter, el díalogo se confunde. Ping.fm es un servicio que hace esto (de hecho lo hace desde casi una decena de puntos de entrada (email, mensajería instantánea, web…) y lo puede publicar en mas de una veintena de servicios), y, sinceramente, me parece realmente estúpido. No puedes emitir el mismo mensaje a tus amigos, que a tus clientes, que a tus lectores.
Metido en Strands, me he dado cuenta que los agregadores de contenido lo único que provocan es todavía mas ruido y la mole de sobreinformación que generan a penas 20 personas hace aquello intratable. Desde Denken Über proponen el modelo de modulación de Popego (similar al que usa Facebook), que limitaría el ruido por un sistema de pesos de importancia.
Yo creo que me pasaré de vez en cuando por esos sitios, pero sin el vértigo ni la ansiedad de tener n-cientas actualizaciones sin leer, pasaré como el que pasa por un escaparate a ver lo que muestran ahora sin pensar en lo que mostraron ayer. Además, cada día me interesa menos lo que manda mucha gente y mas lo que hace mi gente.
Bola Extra: Hiperconectividad
Me ha parecido interesantísimo el artículo de Leo Prieto sobre Hiperconectividad, sobretodo sus ideas sobre un uso positivo de las comunicaciones a nivel global, la conexión entre dispositivos y el “terreno común”.
January 26th, 2009 11:16
Yo soy incapaz de seguir el microblogging… y además me niego… Es como el ogame, te obliga a prestarle demasiada atención.
January 26th, 2009 12:49
A mí no me disgusta, porque me permite expresar mi “estado del día”, lo que me pasa, el ánimo con el que me levanto, mi opinión somera sobre algo… Por eso lo tengo unificado con el status de mi Facebook, porque para mí es muy similar. Hablar de lo que estoy haciendo o pensando me limita bastante e incluso no me parece muy real. Con lo que sí estoy de acuerdo es con que hay usuarios que lo saturan con miles de mensajes, pero en el fondo es el problema que tiene que ver con la amplitud de la pregunta “¿qué estás haciendo?”: no mienten, te cuentan lo que están haciendo, en cada momento. A todo eso le podemos sumar que hay usuarios que lo han convertido en un messenger.
October 8th, 2010 20:55
[…] Entré en Twitter con reticencias, durante un tiempo me mantuve en silencio, luego tuve una época de negación (aún sigo pensando que no hay que hacer 1×1, y leer mas allá de los DMs y menciones), me saturé de microbloging (luego aprendí que no se puede leer todo, ahora me contento con leer los último 30 min.), incluso me atreví a vaticinar su muerte (error de apreciación, el servicio de Twitter es malo y le faltan funcionalidades… pero lo usa tanta gente que ya es imparable, además de que muchas funcionalidades se lo dan aplicaciones de terceros). Ahora soy un usuario activo de Twitter, y me ilusiona (y da vértigo) cuando alguien se apunta a seguirme (aunque no me gusta que me sigan empresas). […]