Si hace un par de años le hubieses preguntado a alguien que era Instagram te habría contestado: esa aplicación en la que compartes fotos bonitas cuadradas con filtros.
Me gustaba ver las imágenes tan bellas de lo cotidiano que podían salir. Hubo un tiempo que me rechinaba la gente que abusaba de publicar selfies en Instagram, pero bueno cada uno que haga lo que quiera con la herramienta.
El problema ha venido este año. Facebook compró la plataforma en 2012, y mantuvo su esencia sin hacer apenas cambios (el principal cambio fue poner los mensajes directos, quizá no confiaba en su messenger o quizá por envidia de Twitter). Pero este año Zuckerberg no pudo comparar Snapchat y han empezado a mutar Instagram para competir con Snapchat.
La jugada les está saliendo bien, Instagram tiene una base de usuarios y de conexiones entre ellos más grande (también ayuda que los perfiles tengan una parte pública), y están montando encima de esta aplicación un clon de Snapchat: Instagram Stories. Y le está añadiendo detalles Facebook de los más incómodos como el orden “aleatorio” de las publicaciones (Zuckerberg, ¡no me ordenes el timeline!). Y además está empezando a añadir funcionalidade que rivalizan con el propio Facebook, quizá para probar en que plataforma funcionan mejor: vídeos en directo.
Curiosamente hay funcionalidades que la gente lleva años demandándole a Instagram que no se han puesto en marcha: ¿por qué no se puede repostear fotos? (Que es una forma maravillosa de crecer en seguidores, por recomendación).
Pero el interés está en el ahora: el contenido que desaparece invita a los usuarios a acceder todos los días si no quieren perderse nada. Y el contenido se reproduce en una pantalla de la que no puedes apartar la vista mientras se muestra. Y esto, en el fondo, es una delicia para los anunciantes, que son los que pagan el juguete.
La gente publica menos en público, ahora publican fotos preciosas en sus Stories y se pierden. Quizá apuestan por trabajar en su anonimato en la red, compartiendo su presente sin querer que quede guardado para el futuro. Y por eso Instagram está muriendo en favor de Instagram Stories… Y mientras, toda la parte principal de la aplicación va desapareciendo: fotos cuadradas bonitas con filtros.