Mucha expectación (y algo de preocupación) está levantando últimamente el tema del uso de RFID. RFID significa Radio Frequency IDentification (o sea, Identificación por Radio-Frecuencia), o sea, dispositivos que puedan devolver una información a través de una comunicación radio (sin hilos).
Habría que distinguir 3 tipos de de dispositivos: activos, semi-pasivos y pasivos; dependiendo de si tienen fuente de alimentación y el uso de la misma. Siendo estos últimos los mas utilizados en especial por su bajo coste y tamaño, su falta de fuente de alimentación se suple con una alimentación por inducción en el momento de ser consultados, y su utilidad inicial era el de identificar productos, pero últimamente se está hablando de identificar personas e incluso hay sitios donde unos locos se los están implantando bajo la piel.
Los conspiranoicos, seguramente se pondrán muy tensos con el tema éste de los dispositivos bajo la piel y ay empezarán a pensar en extraterrestres. Pero si lo aplicamos a objetos cotidianos (tarjetas principalmente), podremos realizar múltiples interacciones de manera sencilla gracias a la tecnología inalámbirca: pago de peajes, acceso al transporte público.
Así, no hay que olvidarse de reseñar los peligros que entraña un chip que identifica sin contacto, solo por cercanía. Así que quizás haya que inventar una funda contra-RFID para guardar nuestro chip de ojos indiscretos. (O simplemente cifrar la información almacenada).
De obligada lectura es este artículo sobe RFID: El futuro es de las etiquetas inteligentes, aqui se da una perspectiva histórica, de su uso… Como no consultar la Wikipedia: RFID. Y estar atento a las novedades RFID Journal o en el blog RFID Times